Tiempo de hongos

Comienza el tiempo de salir al campo con tu cestita de mimbre a la busca del codiciado «fruto» otoñal, protocolo que todo buen buscador de hongos empieza desde su preparación-ritual con un buen calzado, guantes, cuchillo y cesta.

Lo primero que hay que explicar para entender la cultura del hongo es su regeneración. El hongo es un organismo que nace en puntos de gran humedad, generalmente a la humbría de árboles y bajo hojarasca o maleza. Este se reproduce mediante esporas, unas pequeñas escamitas que caen desde su sobrero para dar lugar a nuevos ejemplares, por ello el utensilio más importante de una jornada de níscalos es la cesta, la cual tiene que ser con ranuras en la base para dejar caer esas partículas sexuales de nuevo la tierra y asegurar la reproducción del hongo sobre el terreno.

Por otro lado, como utensilio principal contaremos con un cuchillo pues hace que aprovechemos bien la totalidad del hongo, hasta el tronco, sin necesidad de desmoronar alrededor de este donde también saldrán (con mucha probabilidad) otros hongos.

Por último, y no por ello de menos importancia, la técnica. Esta debe ser respetuosa con el medio, de tal manera que busquemos por las zonas donde suelen nacer, zonas cubiertas y húmedas sin necesidad de levantar todo el manto. Buscar pequeños levantamientos o bultitos en el terreno nos puede dar pistas, así como rastrear bien la zona donde encontremos uno, pues suelen estar juntos. Evitar cortar aquellos demasiados pequeños y volver a tapar aquellas zonas blanquecinas que presentan síntomas de futuros hongos.

Sin más y con eso…¡disfruten de una época maravillosa y de este exquisito majar!